Tipos de emprendedores
Todos tenemos hemos soñado alguna vez con tener nuestro propio negocio, ser dueños de nuestro tiempo, gestionar nuestra empresa y manejar nuestra cartera de clientes con orgullo. Dentro de nosotros, hay valientes en potencia que se atreven incluso a emprender en tiempos de covid. Lejos de ser una idea inalcanzable, es algo plausible y que, con ayudas y pautas, podremos materializar en el mundo mercantil. Solo tienes que encontrar tu estilo y definir tu idea. Y dejar que todo vaya fluyendo.
Cómo sé si soy emprendedor
Lo sabes porque tienes un alma inquieta, llena de objetivos, planes, quizá desordenados, y mucho que aportar:
- Tienes ideas innovadoras y eficientes.
- Tienes creatividad e inventiva. En un círculo amarillo, ves el sol.
- Paseas por la calle y no ves tiendas, sino locales cuyos dueños admiras por lo que han conseguido levantar.
- Te cruzas con una persona con maletín y te vienen a la mente estrategias de mercado, números e inversiones en bolsa.
- Estás viendo un anuncio de tu restaurante favorito y no piensas en pedir comida, sino en ser uno de los dueños de ese restaurante y ofrecer ese producto en tu localidad. Te ves responsable y eficiente, liderando y organizando los puestos.
Un camino acompañado: mejor con asertividad
Para explotar tus habilidades y mejorar el rendimiento en el trabajo, entra en juego el destinatario de tu mensaje. Tu futuro cliente, al que dirigirás tu negocio y con el que compartirás tus metas. Por eso, es importante que trabajes estos aspectos de la relación:
- Empatía: habla y escucha, ponte en el lugar del otro, no des monólogos.
- Buena habilidad comunicativa.
- Vende bien tu producto, véndete bien tú.
- Genera confianza con amabilidad y flexibilidad.
- Muestra perseverancia, seguridad y disciplina, pero no hieratismo.
- Acepta críticas constructivas.
Tipos de emprendedores
Una vez que sabes que eres emprendedor y tienes las herramientas para portarte como todo un empresario, necesitas identificarte con un tipo concreto de los muchos que hoy en día podemos establecer. Encajar en un tipo u otro te ayudará a encauzar tus objetivos según el tipo de personalidad o forma de actuar en tu trabajo y así lograrás mejor tu posicionamiento entre la competencia. Básicamente, podemos clasificar 8 tipos de emprendedores:
Emprendedor persuasivo
La persuasión es la habilidad para convencer a alguien de que haga algo. Si eres persuasivo, es un gran paso: mediante el uso de la razón y de argumentos bien construidos, asegurarás clientes y, si ya los tienes, los afianzarás. Convencerás a cualquiera con tu discurso usando la coherencia, por eso la timidez no encaja para relacionarse directamente con los proveedores, los inversionistas y, por supuesto, los empleados.
Emprendedor innovador o visionario
Un visionario es el que tiene revelaciones sobrenaturales, como un flash, estando despierto y con los pies en la tierra. Ese que puede incidir en la mente de los demás con una serie de imágenes, de estímulos, que son tan fuertes que se hacen reales en la psique del receptor. Si eres un emprendedor de este tipo, habrás de saber trasladar esa visión mágica, pero realista de tu proyecto a los demás, para que se materialice y apuesten por ti. Vas un paso por delante de la competencia y estudias las futuras tendencias para dar el mejor servicio a tus clientes cuando llegue tu momento.
Emprendedor especialista
Como en el caso anterior, también es un auténtico visionario, pero su revelación se centra en una única rama de trabajo y descarta el resto: desarrolla su técnica en un proyecto para lo que es experto, el único. Es muy perfeccionista y se equipa de profesionales que se centran en su rama y dan todo su trabajo, creando una «biosfera» única empresarial.
Emprendedor intuitivo
Es de sangre caliente, inquieto, apasionado. Sigue sus instintos, pero no implica que actúe a la ligera y sin conocimiento de causa: arriesgar no es dejarse llevar por los impulsos. Se asesora, ve las oportunidades y actúa. Y si pierde, se reconstruye y saca energías para seguir tomando las decisiones sin alejarse de sus metas.
Emprendedor inversionista
Para un emprendedor, el dinero sí que ayuda mucho a tener la felicidad: un emprendedor inversionista es aquel que tiene recursos; es más bien un socio capitalista que busca proyectos e ideas para poder poner dinero en ellas, afianzarlo en buenos negocios, conseguir rentabilidad y verlo crecer. La ambición redondea su rol y los personajes secundarios son sus asesores, que le aconsejan en la detección de los malos o buenos negocios si él mismo no sabe distinguir los límites.
Emprendedor empresario
«Y el empresario que lo emprenda buen emprendedor será». Parece un trabalenguas, pero el emprendedor empresario es todo un profesional: crea su proyecto, lo desarrolla, ve la inversión. Lo gestiona, lo administra, lo consolida. Tiene la capacidad de crear más empresas para aumentar sus ingresos. Este tipo de emprendedor se rodea de mucho personal, es muy social, empático y trabajador. Luchador, motivado y que aspira a las ganancias.
Emprendedor oportunista
«Quien tiene una oportunidad, tiene un tesoro». Y es que si analizas cada detalle, esperando el momento, estudiando el mercado y decides, en el punto exacto, aprovechar la ocasión perfecta para ofrecer tu proyecto y tu solución, eres un emprendedor oportunista donde los haya, que analiza, estudia, reflexiona, experimenta y que, seguro, ataca y gana.
Emprendedor social
Si eres un emprendedor social, quieres mejorar y solucionar los problemas de los que te rodean. La valentía y la fortaleza hacen que no te rindas nunca pese a la frustración o al dolor que puede conllevar. Tu meta es erradicar problemas sociales. Por eso, alcanzar el éxito en este tipo de empresa es realmente duro si no usas toda tu energía en ser paciente y consciente de que no todos los empresarios luchan, como tú, por un mundo mejor.
Lo que está claro es que podemos ser emprendedores de muchos modos: por azar, por accidente, por necesidad, de nacimiento e, incluso, por causas sobrevenidas. Tú puedes ser el próximo Jeff Bezos o un encubierto Steve Jobs, y ahora que puedes incluirte en alguno de estos tipos de emprendedores y tienes las claves, está en tu mano tirar la caña para pescar tu futuro. Elige uno, varios, combina características, incluso crea tu propio estilo. Sueña, nace, vive y consigue. ¿Emprendes?